lunes, 6 de octubre de 2014

Mi tránsito por la vida

BIOGRAFÍA


En la Av. Mariscal Benavides, en Cañete, se encuentra el local de Essalud. Allí nací un dos de junio del año 1996. Mi madre, doña Nelly Huamán, cuenta que ese día las enfermeras me proclamaron “Rey” por ser el único varón en nacer ese día. Mi “reinado” en el hospital no duró mucho. No pasó ni una semana cuando a mi madre le dieron de alta. Del hospital pasé a vivir a la casa de mis abuelos maternos. Allí ellos me cuidaban cuando mis padres salían a trabajar. También quedé en manos de tías o niñeras. Al parecer mi “reinado” continuaba. Pero el tiempo no esperaba y yo crecía. A la edad de cuatro años ingresé al jardín de niños de las Hnas de Santa Ana, María Enriqueta Dominicci. Fue la primera vez que me separaba mucho tiempo de mi madre sin saber de ella. Fueron las cinco horas más desesperantes, en esa época. Con el tiempo me fui acostumbrando al colegio en el cual me quedé hasta hacer promoción de primaria. Fue justo en primaria cuando conocí a Víctor, mi mejor amigo de infancia. Se fue en tercer grado. Nos mudamos a una casa ubicada a media cuadra de mi primer hogar. Aún recuerdo la mudanza y la primera noche. 


Pero el tiempo no esperaba y yo crecía. La secundaria me esperaba, y yo estaba ansioso. Recuerdo el primer día de clases en el colegio Evariste Galois, cuando conocí a las personas con quienes compartiría por cinco años. Bueno, eso pensé. Fue en el 2010, cuando cursaba el tercer año, cuando cambio de colegio. Me matricularon en el Seminario Menor “Nuestra Señora del Valle”, un colegio-internado manejado por sacerdotes. Allí conocí a Kevin, un amigo con quien compartiría de todo más adelante. La experiencia de estar “encerrado” fue increíble. Estuve allí un año. Regresé a Galois y me “jalé” a Kevin. Con el y unos amigos más formamos una banda de rock-punk: áName. Para nuestra primera presentación,  que fue la quinceañera de una amiga, nuestro vocalista “enfermó”. Le dije a mi hermano que cantara para nosotros. Y entró para quedarse. Al rato apareció el “vocalista enfermo”.


En quinto año, a mitad del año, volví a cambiarme de colegio.  Esta vez para prepararme para la PUCP. Cuando postulé no ingresé por doce puntos. No marqué al azar, cuando pude hacerlo. Pero siempre me decía que las cosas pasaban por algo.

Sin ánimos de desanimarme rápidamente busqué otras opciones en Internet. Fue cuando encontré la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional Federico Villarreal. 
Viajé a Lima solo por primera vez. Fui a buscar academias que me preparasen para ingresar. Ya casi por tirar la toalla vi un aviso que decía: “PREVILLA. Academia en 5to piso”. Subí y me recibió José, un exalumno del seminario, y profesor en la academia. Tenía que regresar en esa semana pues ya habían comenzado las clases. Fueron tres meses de preparación. Todo un verano. Postulé y al culminar el examen no recuerdo haberme sentido tan nervioso como aquel día. Ese día en la noche no supe mis resultados. Mi padre me levanta en la madrugada del día siguiente. Me dio la noticia. Había ingresado a la universidad. 


Sergio Lovera Huamán _ 4toCiclo.Turno Mañana

No hay comentarios.:

Publicar un comentario